(CNN) — Elanya Nigrelli tiene tres meses y ya redefinió lo que significa ser un bebé milagro. Nació mientras su madre estaba técnicamente muerta.
En febrero, Erica Nigrelli estaba dando clase en una preparatoria de Missouri City, Texas, cuando entró en la clase de un compañero. Nigrelli dijo que sentía mal, apoyó las manos en una mesa para sujetarse y luego se desmayó.
Tres maestros tomaron de inmediato un desfibrilador y empezaron a practicarle la reanimación cardiopulmonar (RCP). Los niños que estaban en clase salieron corriendo y gritaron pidiendo ayuda.
El esposo de Nigrelli, Nathan, también es profesor,estaba a dos puertas de distancia. Corrió hacia la clase. “Erica yacía en el piso, le salía espuma por la boca, hacía sonidos guturales y solo miraba hacia arriba”, dijo a la filial de CNN, KPRC.
Llamó a los servicios de emergencia: “Mi esposa está embarazada”, dijo, respirando pesadamente a causa del pánico. “¡Tiene convulsiones! ¡El bebé nacerá en tres semanas!”.
“¡Oh, Dios!”, exclamó la operadora de emergencias.
Cuando los paramédicos llevaron a la mujer de 32 años al hospital, los médicos no podían encontrar su pulso. Su corazón se había detenido.
Los médicos sacaron a la bebé por medio de una cesárea. Técnicamente, fue un parto postmórtem porque el corazón de Erica no estaba latiendo.
Sin embargo, ocurrió algo notable. Los médicos empezaron a atender a Erica y pronto su corazón empezó a latir de nuevo.
Durante los cinco días siguientes, permaneció en un coma inducido médicamente, relató a CNN, y los médicos le diagnosticaron un defecto cardiaco que no sabía que tenía: cardiomiopatía hipertrófica.
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